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MIGRANTES: Día Internacional del Migrante, 18 diciembre

La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el día 18 de diciembre el día de los migrantes. Fue un 2002. A lo largo de estos años, hemos pasado por multitud de situaciones, al menos, contradictorias. En primer lugar, la reacción solidaria colectiva del pueblo andaluz a finales de los años 80 y ante la llegada de los primeros inmigrantes; rechazo a los inmigrantes después de los acontecimientos del poniente almeriense; nueva acogida a inmigrantes tras el periodo en el que el gobierno español abrió la mano a la regularizaciones; nuevos cambios en el reglamento de la ley de extranjería para endurecer la presencia de estas personas en nuestro país; otro periodo en el que parecía que el camino de la cooperación internacional sería uno de los objetivos del gobierno español. Llegamos a la situación en la que ha crecido el rechazo social provocado, básicamente, por grupos racistas y xenófobos con presencia en los parlamentos. Afortunadamente, el grupo de personas solidarias con este colectivo siguen creciendo.

Nuestro inmediato hoy está lleno de todas esas contradicciones que marcan la historia de la inmigración en nuestro país. Parece que continuamente tenemos que volver a empezar y es lo que de alguna manera estamos haciendo, aprovechando el recuerdo de esta fecha que la ONU dedica a la población migrante.

Pero, además, de recordar es el momento de reivindicar. Reivindicar en general más justicia social, más compromiso político real con estos niños, niñas, hombres y mujeres que llegan y han llegado a nuestro país a la búsqueda, sin sobresaltos, de una vida donde sea posible disfrutar, en plenitud, de derechos.

Reivindicar que cambie de una vez por todas la Ley de Extranjería y el reglamento correspondiente, culpables de la creación de grupos excluidos que deben esperar tres años para conseguir su regularización.

Denunciar los recortes económicos que se están produciendo en el ámbito de lo social, de manera particular,  en cooperación internacional, ayuda humanitaria, y atención a ex tutelados.

Denunciar las informaciones, poco contrastadas, que utilizan la inmigración desde un punto de vista alarmante, olvidando la cotidianidad de hombres y mujeres que trabajan y llevan una existencia normalizada.

Finalmente, pedimos a las personas sensibilizadas que continúen con su lucha y sean ejemplo de la solidaridad para los más jóvenes.  

José Chamizo, 

Presidente de la Fundación Sevilla Acoge.